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Segunda
parte
Selección de textos
La siguiente selección intenta presentar la
diversidad y proliferación de los escritos sobre psicoterapia del grupo
familiar hacia la década del ’60. Para ello se han elegido los primeros
artículos publicados de cara autor con el fin de reflejar las teorizaciones y
prácticas locales originarias. Se transcribe, a su vez, el Coloquio Acta 1965
dedicado a “Familia y Enfermedad Mental”, primer encuentro en el país sobre
esta temática.
Empleo de Tofranil en
psicoterapia individual y grupal*
Enrique Pichon Riviére
La locura es la expresión de nuestra incapacidad para soportar y elaborar un monto determinado de sufrimiento. Este nivel de tolerancia es específico para cada uno de nosotros y depende en gran medida de la dificultad relativa de superar la depresión infantil básica, tejida de frustraciones, aspiraciones, demandas biológicas excesivas, provocando la emergencia de la agresión (rabietas), ansiedades depresivas y paranoides (los miedos), la ambivalencia, la culpa, inhibiciones, etc.
La emergencia de una neurosis o psicosis en el ámbito de un grupo familiar significa que un miembro de este grupo asume un rol nuevo, se transforma en el portavoz o depositario de la ansiedad del grupo. La estructura grupal se altera, suceden perturbaciones en el sistema de adjudicación y asunción de roles, aparecen mecanismos de segregación del enfermo, dependiendo en gran medida el pronóstico del caso de la intensidad de estos mecanismos de segregación. El enfermo es alienado por su grupo inmediato.
Una indeterminada inseguridad social se ha instalado en el seno del grupo. Esta inseguridad esta ligada a ansiedades frente al cambio. Estas ansiedades son de dos tipos tal como consignamos con anterioridad: ansiedad depresiva, expresada como temor o miedo a la pérdida de un estatus determinado, y ansiedad paranoide frente a las nuevas condiciones de vida o miedo al ataque. La pauta estereotipada se configura después de la emergencia de la enfermedad en uno de sus miembros. Constituye un mecanismo de seguridad patológico; es un sistema en círculo cerrado. Y un sistema de realimentación entra el servicio de la pauta estereotipada.
El sistema de interrelaciones del grupo familiar sigue un modelo básico triangular: el sujeto, la madre y el padre, o sus sustitutos, a quiénes se le adjudican determinados roles que ellos asumen. Los hermanos, según el sexo, se agruparán en el contexto del rol materno o paterno. Distorsiones en este sistema hacen surgir una serie de perturbaciones y malentendidos.
Es en este ámbito o campo que la
enfermedad de uno de los miembros del grupo debe ser comprendida y esclarecida.
Este grupo estereotipado y poco
productivo se transformará con el uso de determinadas técnicas en el instrumento mismo de la acción correctora.
La técnica empleada es la que denominamos grupos
operativos de esclarecimiento, de aprendizaje, de capacitación o tarea que
actúa como proceso terapéutico. La tarea esta centrada en la curación del
enfermo. Una nueva red de comunicaciones se configura. Y esto posibilita el
cambio y el aprendizaje consecuente. La ansiedad global asumida por el paciente
se fragmenta de nuevo y cada miembro del grupo se hace cargo de una parte de
ella. El grupo se transforma en una
empresa cuyo negocio es la curación de uno de sus miembros a través del
esclarecimiento de todos.
Pero de nuevo, como en el análisis individual, nos encontramos con que la pauta estereotipada básica asienta en la situación depresiva. Si la ansiedad incluida en dicha pauta es demasiado intensa, la resistencia al cambio (reacción terapéutica negativa) se estructura; el tratamiento se estanca, apareciendo serias dificultades en el manejo de la situación global. Es en este momento que incluimos de una manera instrumental y situacional una droga (Tofranil) que es administrada a todo el grupo a la vez con el objeto de disminuir el estado de tensión grupal proveniente de la situación depresiva, estereotipada.
Señalaré ahora los lineamientos generales de este método de psicoterapia grupal, tomando como unidad de trabajo el grupo familiar con la inclusión de una variable, una droga administrada a todo el grupo. El principio general –como ya lo señalé– es el que todo sujeto que enferma psíquicamente es porque ha asumido un rol particular, y en cierta medida operativo dentro del grupo familiar, al transformarse en el portavoz y depositario de la ansiedad del grupo. De esta manera, al adjudicarle el grupo familiar ese rol y al asumirlo él, se consigue un efecto que puede expresarse como superación de la situación de caos subyacente. El grupo es transformado a través de la tarea psicoterápica en un verdadero grupo operativo donde, en base a esclarecimientos progresivos, hay un reajuste de los roles, una mayor heterogeneidad en sus miembros y una mayor homogeneidad en la tarea.
Las técnicas empleadas por el coordinador o terapeuta del grupo consisten en crear, mantener y fomentar la comunicación, que va adquiriendo un desarrollo progresivo en forma de espiral. De esta manera el grupo aprende, se comunica, opera y se alivia de la ansiedad básica.
El esclarecimiento familiar que sucede a veces en forma de “revelaciones”, tiende a disminuir progresivamente el malentendido básico existente en el grupo. Los sistemas referenciales, las ideologías comienzan a tener una importancia particular en este análisis grupal; la reducción del índice de ambigüedad, debido a la resolución de contradicciones grupales (análisis dialéctico) constituye una de las tareas principales del grupo. El esquema de referencia del grupo se realimenta ahora, se mantiene flexible, es decir no estereotipado. La situación de rigidez o estereotipia de la conducta grupal enferma constituye el punto de ataque principal; allí se centra la tarea. El grado de estereotipia logrado por el grupo, después de la eclosión de una psicosis en su seno, configura el monto de resistencia al esclarecimiento y a la curación.
Creada la situación de estereotipo funcionan también los mecanismos de segregación, de expulsión o alienación del paciente. Si este se produce el grupo cambia su forma y se estereotipa en el sentido de no admitir mas de un miembro segregado. El pronóstico de la enfermedad de éste esta principalmente en relación con la receptividad o no receptividad del grupo. Este suele organizarse para mantener fuera al paciente, realizando a veces verdaderos sacrificios con tal de que se mantenga la segregación.
Los procesos de motivación (motivos y necesidades y la acción en su fase de articulación tienen que ver con los procesos de decisión dentro del grupo. El temor ante el cambio y la inseguridad social están en la base de las ansiedades del grupo, que se expresan en términos de las ansiedades básicas depresiva y paranoide, como ya dijimos. La posición depresiva constituye esencialmente la situación patogénica, y la modificación de la ansiedad del grupo va a girar alrededor de su resolución (de los miedos y rabietas del grupo).
La lucha contra las ansiedades depresivas y los estereotipos configurados como defensa van a constituir el centro de todo ataque terapéutico, ya sea por medio de la psicoterapia, ya por la acción de una droga antidepresiva. El propósito es transformar un circulo vicioso, cerrado, en un círculo beneficioso, con aperturas dialécticas sucesivas.
La administración de Tofranil a todo el grupo familiar al mismo tiempo tiene por finalidad disminuir y fraccionar la ansiedad, haciendo más posible la ruptura del estereotipo familiar y la transformación de este grupo rígido no operante en un grupo flexible, plástico, operativo, que toma ahora por tarea concreta la curación de la enfermedad del grupo a través de la emergencia de ésta en uno de sus integrantes.
En suma: el coordinador o terapeuta del grupo favorece con su técnica los vínculos dentro del grupo. El campo de la tarea tiene por base una situación triangular, debiendo comprenderse e interpretarse el vínculo transferencial dentro de este contexto triangular. La familia se reorganiza en la tarea de luchar contra la ansiedad del grupo acaparada por su portavoz (el paciente). Los roles se redistribuyen y llegan a operar como liderazgos funcionales. Los mecanismos de segregación que contribuyeron a alienar al paciente disminuyen. Las ansiedades son redistribuidas, el estereotipo pierde su rigidez y el grupo puede enfrentar entonces situaciones de cambio. La droga ofrece la ruptura del estereotipo y, por la acción del esclarecimiento psicoterápico, el grupo se integra tomando ahora la característica de una estructura funcional u
* Acta Psiquiátrica y Psicológica de América
Latina, Vol.6, Nº2, 1960. (Fragmento)
Nota del Editor.
En los textos de esta sección ha sido respetada la ortografía original.